La Serpiente del Génesis, no era una serpiente: Una Perspectiva Mística
En el relato del Génesis, uno de los personajes más enigmáticos es la serpiente que induce a Eva a comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. A primera vista, puede parecer simplemente un animal parlante, pero una exploración más profunda revela que este ser es mucho más que una serpiente literal. Para entender su verdadero significado, debemos recurrir a las fuentes originales hebreas y a la rica tradición mística del judaísmo.
En el texto hebreo del Génesis, leemos:
וְהַנָּחָשׁ הָיָה עָרוּם מִכֹּל חַיַּת הַשָּׂדֶה אֲשֶׁר עָשָׂה יְהוָה אֱלֹהִים וַיֹּאמֶר אֶל־הָאִשָּׁה אַף כִּי־אָמַר אֱלֹהִים לֹא תֹאכְלוּ מִכֹּל עֵץ הַגָּן׃ (Génesis 3:1).
"Y la serpiente era más astuta que cualquier otro animal del campo que YHWH Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Es verdad que Dios les dijo que no coman de ningún árbol del jardín?"
La palabra hebrea utilizada para "serpiente" es נָחָשׁ (Najash). Este término no sólo se refiere a un reptil físico, sino que también posee connotaciones simbólicas profundas. La raíz de נָחָשׁ (Najash) está relacionada con el término נִיחוּשׁ (nihush), que significa "adivinación" o "encantamiento". Esto sugiere que la serpiente del Génesis no es simplemente un animal, sino una representación de fuerzas espirituales y engañosas.
El Zóhar, uno de los textos fundamentales del misticismo judío, expande esta idea al señalar que la serpiente representa una forma de energía espiritual negativa. Según el Zóhar, la serpiente es una manifestación del Yetzer Hará (יצר הרע), la inclinación al mal que reside dentro de cada ser humano. Esta interpretación nos lleva a entender la serpiente no como una entidad externa, sino como una parte intrínseca de nuestra propia naturaleza humana.
El Zóhar comenta:
כְּתִיב: וְהַנָּחָשׁ הָיָה עָרוּם, כָּל מִלֵּי הָבָא לְמִדּוֹר בֵּיהּ יֵצֶר הָרָע הֲווֹן (Zóhar 1:35a).
"Está escrito: 'Y la serpiente era astuta', todo aquello que viene a residir en el Yetzer Hará es así."
La astucia de la serpiente simboliza la capacidad del Yetzer Hará de presentarse de manera atractiva y persuasiva, llevándonos a actuar en contra de nuestra mejor sabiduría y moralidad.
Otro aspecto importante a considerar es la visión de los sabios del Talmud. En el tratado de Shabat (146a), se discute que la serpiente original tenía piernas y era una criatura muy diferente de la imagen que tenemos hoy. Esto refuerza la idea de que la serpiente en el Jardín del Edén era una entidad muy especial y no simplemente un reptil común.
La Cábala también nos ofrece una interpretación más profunda. Según los cabalistas, la serpiente representa la energía de la klipá (קליפה), que significa "cáscara" o "concha". La klipá es lo que oculta la luz divina, una fuerza que debemos superar para alcanzar la verdad y la iluminación espiritual. La serpiente, en este sentido, es un desafío que nos obliga a confrontar nuestras propias sombras y engaños.
Así, cuando interpretamos el relato de la serpiente en el Génesis desde una perspectiva mística, entendemos que esta figura es un símbolo poderoso de las luchas internas y las pruebas espirituales que todos enfrentamos. No es simplemente una serpiente, sino una manifestación de los obstáculos que debemos superar en nuestro camino hacia la sabiduría y la conexión divina.
Al final, la historia de la serpiente nos invita a reflexionar sobre nuestra propia naturaleza, a reconocer las fuerzas del Yetzer Hará dentro de nosotros y a esforzarnos por trascender las ilusiones y alcanzar una mayor comprensión y pureza espiritual.
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